domingo, 11 de julio de 2010

La conspiración del Destino

Mi alma quedó asombrada
insegura, amargada y paralizada.
Mi mente quedó en blanco
sin nada, sin algo.
Se detuvó el tiempo
y se congeló el mundo.
Al oír aquellas palabras
que cambiaron mi rumbo.


Antonella Duarte


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